Desde la ventana de mi ciudad

jueves, 18 de noviembre de 2010

Úbeda. Claves para la promoción de la artesanía



Asistentes y responsables de los centros. Foto: Jesús Delgado.



Laura Martínez/ÚbedaConjuntar, en pleno siglo XXI, la labor artesanal y la tradición con los elementos innovadores para adaptarse a la crisis fue el eje principal de la jornada de trabajo organizada por el Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial.
El Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (CADE) organizó unas jornadas, donde los retos y las claves de futuro, en el sector de la artesanía, fueron el eje central del acto. El CADE promueve estas iniciativas dentro de sus objetivos formativos y con el fin de incentivar el nacimiento de empresas de base creativa, además del habitual desarrollo de pequeñas y medianas sociedades. En este caso, se trata, tal y como explicó la concejal delegada de Cultura y Artesanías, Elena Rodríguez, de, en sus palabras, “un sector muy concreto, con una aportación económica y cultural importante a nuestra ciudad y al que, como al resto de empresas, también le ha afectado la crisis”. Por su parte, la responsable de Empleo de la Junta de Andalucía en la provincia, Irene Sabalete, destacó: “Se trata de combinar lo que muchas personas ya saben hacer, y muy bien, con instrumentos que aporten innovación. De esta forma, serán más competitivos en el mercado y pueden vender sus productos mejor que ahora. Es todo un acierto que, desde las instituciones, se organicen este tipo de jornadas”. En la misma línea, consideró que los artesanos aprenden las claves que les hacen diferenciarse en el mercado actual en una ciudad con una viva cultura.
Así, el eje de trabajo en esta ocasión se basó en la innovación, la gestión en época de cambios y la comercialización. Participaron para ello responsables de distintos ámbitos, mediante tres ponencias. Marta Quécler, secretaria Técnica de la Fundación Española para la Innovación de la Artesanía, pronunció una conferencia sobre la importancia de los avances en sectores tan tradicionales como este. Posteriormente, se habló, desde un punto de vista más profesional, de cómo gestionar la situación de cambio. La jornada concluyó con la charla “Instrumentos de apoyo a la internacionalización”, organizada por la Agencia Andaluza de Promoción Exterior. Y es que, según los responsables de la iniciativa, el sector precisa un mayor asesoramiento en estos tiempos de crisis. Fue una jornada de gran interés, a la que asistieron artesanos de la ciudad y la comarca.

Siglo y medio de fotografía hecha en Úbeda resumido en un libro

Juan Antonio Soria ha publicado un completo trabajo de investigación sobre retratistas y fotógrafos. ALBERTO ROMÁN | ÚBEDA.


Hacer un retrato de quienes nunca aparecen en las instantáneas: los fotógrafos. Ese fue el reto que se marcó hace más de 5 años el ubetense Juan Antonio Soria Arias, quien ya ha plasmado en un completo libro el resultado de su intenso trabajo de investigación. Bajo el título 'Testigos de la historia. Retratistas y fotógrafos en Úbeda', resume un siglo y medio de vida de una profesión que hoy está un tanto devaluada pero que en su día tuvo una gran importancia toda vez que se conseguía detener el tiempo con una imagen sobre el papel. Y el hilo conductor es Úbeda, ya que enumera a todos los fotógrafos que trabajaron en el municipio.
Quizá este era el momento para publicar algo así, pues al ritmo que avanza la tecnología de la imagen es posible que en breve sea muy complicado hacerle un seguimiento a la profesión. Así, este libro puede servir para marcar el antes y el después de la fotografía de Úbeda.
'Testigos de la historia. Retratistas y fotógrafos en Úbeda' refleja 150 años de la historia de Úbeda que han quedado reflejados en placas, cristales, negativos o las actuales tarjetas de memoria gracias al oficio de quienes en cada momento accionaron el disparador. En sus más de 400 páginas se pueden ver muchas de estas instantáneas. Concretamente, quedan impresas más de 500 imágenes, de las que más de 400 son fotografías, en muchos casos inéditas, además de un buen apartado de postales de Úbeda.
Según el trabajo de Soria, las primeras noticias documentadas sobre la presencia de fotógrafos en Úbeda llevan al año 1861. Antonio Ludovisi, de origen italiano, es el primer nombre propio. En el citado año llegó acompañado de su señora, en calidad de ayudante y retocadora, y estableció su laboratorio durante unas semanas en la calle Horno de Santa Clara. Con respecto a los precios de los retratos, iban de los 10 reales a los 500.
12 años tuvieron que pasar hasta que la localidad tuvo un laboratorio estable. Fue una de las 4 primeras ciudades de la provincia en gozar de este servicio junto a Jaén, Andújar y Baeza. Concretamente, en 1873 se sabe de la apertura en la calle Gradas de lo que se denominaba 'galería de cristales' de la que era responsable Mariano Sáinz, quien a todas luces podría ser el primer fotógrafo nacido en Úbeda. El oficio pudo haberlo aprendido de alguno de los retratistas ambulantes que pasaron previamente.
Y posteriormente llegó Joseph Vasserot, que se anunciaba como «fotógrafo de París», desplazado desde Madrid en varias ocasiones hasta que decidió quedarse en Úbeda durante 40 años tras independizarse del renombrado Jean Laurent, con quien trabajó. Fue el profesional más destacado y prolífico en el municipio en la segunda mitad del siglo XIX, como después lo serían Talavera y Baras en la primera y segunda mitad del siglo XX, respectivamente, por el elevado número de trabajos firmados. De todos ellos, y de cerca de 150 más, se hace en este libro un estudio biográfico y profesional pormenorizado, incluyendo un amplio apartado dedicado a los aficionados.
Juan Antonio Soria también habla de los 'minuteros', fotógrafos que no tenían estudio estable y montaban unos laboratorios básicos en la calle, normalmente en la Plaza Vieja. Asimismo, recopila decenas de curiosidades. Existe, por ejemplo, una crónica negra en la que llama la atención el caso de un fotógrafo que murió envenenado al confundir los polvos químicos utilizados en el proceso fotográfico con los que tomaba para unos problemas digestivos. Y como coincidencia macabra, se habla de hasta 4 fotógrafos que tuvieron su negocio en los soportales de la Plaza Vieja en distintos momentos, los cuales murieron jóvenes.

martes, 16 de noviembre de 2010

Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Nairobi 2010

La Unesco ha declarado esta tarde el flamenco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ha dado el sí esta vez al arte jondo y lo ha incluido en la lista de manifestaciones culturales que forman parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La UNESCO rechazó en 2005 que el flamenco obtuviera esta denominación. También han sido reconocidos los castells, los cantos de la Sibila mallorquines y la dieta mediterránea.
El Cant de la Sibil·la se escenifica en todas las iglesias de Mallorca la noche del 24 de diciembre. Este canto se introdujo en toda Europa en la Edad Media y llegó a Mallorca con la conquista cristiana de 1229. Lo que da valor a esta tradición milenaria es la conservación de sus valores originales. Si bien la escenificación y la música han sufrido ligeras evoluciones a lo largo del tiempo, mantiene en su esencia sus características originales de la época medieval. Otro hecho destacable es su arraigo entre la población, a pesar de las invasiones culturales y de tratarse de una isla que tiene un porcentaje de turismo muy alto.

Los Castells son una manifestación festiva típica de Cataluña, de más de 200 años de antigüedad. Consiste en el levantamiento de torres humanas formadas por la superposición de diversos niveles (entre 6 y 10). Los castells son erigidos por grupos de hombres y mujeres de todas las edades, llamados collas. Los castellers lucen una vestimenta tradicional característica y cada colla se diferencia por el color de la camisa que visten sus miembros.

El levantamiento de cada castell va acompañado de una música caracterísica, interpretada con un instrumento de viento llamado gralla, que va marcando el ritmo del desarrollo de la construcción. Es habitual que el público asistente a esta clase de exhibiciones se incorpore voluntariamente a la base humana sobre la que se levantan los castells, formada por decenas de personas.

 El flamenco haya sido elegido Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ha dado el sí esta vez al arte jondo y lo ha incluido en la lista de manifestaciones que forman parte del Patrimonio de la Humanidad. La Unesco rechazó en 2005 que el flamenco obtuviera esta denominación.
   Cinco años más tarde, la Unesco se ha hecho eco en su reunión de Nairobi (Kenia) de la propuesta presentada por España y promovida por la Junta de Andalucía y los Gobiernos autonómicos de Extremadura y Murcia.
    El flamenco es un género español de música y danza que se originó en Andalucía en el siglo XVIII, que tiene como base la música y la danza andaluza y en cuya creación y desarrollo tuvieron un papel fundamental los andaluces de etnia gitana.  El cante, el toque y el baile son las principales facetas del flamenco.
 

Se conoce como dieta mediterránea al modo de alimentarse basado en una idealización de algunos patrones dietéticos de los países mediterráneos, especialmente: España .


ESTAS SON SUS PRINCIPALES CARACTERISTICAS

1. Abundancia de alimentos de origen vegetal: frutas, verduras, pan, pasta, arroz, cereales, legumbres y patatas

2. Consumir alimentos de temporada en su estado natural, escogiendo siempre los más frescos.

3. Utilizar el aceite de oliva como grasa principal, tanto para freir como para aderezar

4. Consumir diariamente una cantidad moderada de queso y yogur
5. Consumir semanalmente una cantidad moderada de pescado, preferentemente azul, aves y huevos
6. Consumir frutos secos, miel y aceitunas con moderación7 . La carne roja algunas veces al mes
8. Consumir vino con moderación normalmente durante las comidas y preferentemente tinto

9. Utilizar las hierbas aromáticas como una alternativa saludable a la sal
10. Realizar alguna actividad física regular para hacer trabajar al corazón y mantener en forma nuestras articulaciones y nuestro tono físico.


MIGUEL TEJADA MORENO.

lunes, 15 de noviembre de 2010

El mercadillo de Úbeda no se irá al recinto ferial, de momento

Estudian ubicarlo a corto plazo y de forma provisional en la ladera de la Atalaya que está siendo urbanizada

15.11.10 - 01:46 -
Nuevo emplazamiento para el mercadillo en el Parque Norte. ::
ROMÁN                                                                                     
El mercadillo de los viernes no se trasladará al recinto ferial, por el momento. Así se ha acordado tras varias reuniones entre el Ayuntamiento de Úbeda y la asociación de vendedores pese a que, según el equipo de gobierno, la ubicación en este lugar sería lo más correcto pues cumple todas las condiciones.
Igualmente, se ha decidido estudiar una alternativa planteada por los propios comerciantes que podría materializarse a corto plazo. Consiste en instalar el mercadillo en la S1, la nueva zona que se ha urbanizado en la parte alta de la Atalaya, en la ladera que hay entre las casas ya existentes y la parte trasera del matadero de aves de la empresa Alameda. Allí se ha realizado un proceso de parcelación y se han construido nuevos viales y acerados, totalmente preparados para cuando se levanten viviendas. Hasta ese momento, esta podría ser una ubicación provisional.
El único inconveniente ahora mismo es que las intervenciones de urbanización aún no han concluido, aunque lo harán en breve. Por lo tanto, el Consistorio tampoco ha recepcionado las obras. Una vez que sea efectivo este trámite, según el concejal de Comercio, Jerónimo García, se medirán las calles y se estudiará pormenorizadamente su viabilidad como emplazamiento del mercadillo. No obstante, dijo que en principio no es una mala opción, pues no hay viviendas ni vecinos que pudieran sufrir molestias, los viales son amplios y están totalmente acondicionados, por ahí no hay tráfico que pudiera verse interrumpido y, además, sólo hay un acceso, lo cual facilitaría el control de los vendedores que se instalan. A pesar de ello, subrayó que sería una ubicación provisional.
García aseguró que aún hay un tiempo de maniobra, pues las obras del nuevo carril-bici urbano que obligarán a que los puestos abandonen el perímetro del Parque Norte comenzarán por el hospital y progresivamente irán avanzando hasta esta zona verde. Además, las actuaciones no serán tanto problema como preveía ya que se ha modificado el proyecto y el carril-bici discurrirá por la acera de enfrente.
El concejal destacó igualmente que muchos de los problemas que se achacaban al mercadillo se están resolviendo, gracias a que el Ayuntamiento y los vendedores están poniendo interés. Así, por ejemplo, se está viendo un mayor cuidado en la limpieza y en lo referente a estacionar los vehículos junto a los puntos de venta. De la misma forma, se ha destinado a un agente de la Policía Local al mercadillo para que cuide que todos los vendedores tengan los permisos correspondientes y respeten la organización.

LAS CUATRO ESTACIONES EN UBEDA

LAS CUATRO ESTACIONES EN UBEDA on PhotoPeach

FRANCISCO DE LOS COBOS Y MOLINA.

D. FRANCISCO DE LOS COBOS Y MOLINA HOMBRE DE ESTADO, MECENAS Y FUNDADOR DE LA CAPILLA DE EL SALVADOR Úbeda (1475/1480-1547)
De origen hidalgo, descendiente de una familia de conquistadores de la ciudad de Úbeda, desde joven emprendió una carrera de estado que le llevaría a escalar cotas de máxima responsabilidad en la España imperial de la primera mitad del s. XVI.

Secretario de estado del emperador Carlos V de Alemania y primero de España, consejero de Felipe II, secretario del consejo supremo, comendador de León, Adelantado de Cazorla, señor de las villas de Sabiote, Torres, Canena, Volliza y caballero de Santiago, durante muchos años dirigió los asuntos de España, Italia y las Indias.
Hombre de confianza del emperador, le acompañó durante todos sus viajes y expediciones a Alemania, Italia y Berbería.
Burócrata, mecenas y coleccionista de obras de arte, supo rodearse de consejeros artísticos y artífices de la talla de los Maestros de obras Andrés de Vandelvira, Siloé, o Luis de Vega, escultores como Berruguete o el francés Esteban Jamete o pintores como Julio de Aquiles, así como de otros artistas traídos de Italia.
Fundador de la autoafirmante y propagandística Sacra Capilla funeraria de la Iglesia de El Salvador, ambicionó la construcción de una Universidad al amparo de la iglesia, proyecto que no pudo ser cumplido.
Sepultado en la Cripta de la rotonda de El Salvador junto a su esposa Doña María de Mendoza y Sarmiento en el lema de la capilla "Fides Labor et solertis haec et maione donan" (La fe, el trabajo, y la diligencia dan estas y mayores cosas), se resumen los valores del máximo representante de la poderosa y mecenazga familia de la Úbeda del siglo XVI Cobos-Molina.


Francisco De Los Cobos y Molina es, de un modo inequívoco, una de las personalidades mas poderosas y atrayentes de las que han tenido influencia sobre Úbeda. A el no solo se le debe la realización de uno de los mas importantes complejos de la arquitectura privada del renacimiento español, sino que su enorme prestigio y poder será origen de un patronazgo familiar tan fecundo como entramado.

Cobos nacerá en Úbeda en torno a 1477. Hijo de Diego de los Cobos el viejo regidor de la cuidad que había participado en la campaña final de la guerra de Granada, y de Catalina de Molina. Su familia, de notoria hidalguía, no debería de gozar de una acomodada situación económica, tal como nos revela su principal biógrafo -a quien inevitablemente tendremos que seguir en esta breve semblanza biográfica-, el profesor de la universidad de Pittsburg Hayward Keniston.



Muy joven, su tío Diego Vela, contador y secretario de la Reina Isabel, le ofrece un puesto en su despacho, donde aprende la rutina de la administración oficial. Algo mas tarde, será Hernando de Zabra quien le allanará este contacto en el mundo de la burocracia.

En 1503 es nombrado escribano de cámara, siendo este su primer empleo en el circulo oficial de la corte.

Durante estos primeros años de laboriosa ascensión, Cobos recibe ciertos cargos modestos como el de Contador de Granada en 1508, Regidor de Úbeda, Regidor de Granada y, algo mas importante para un futuro conocimiento de los resortes y claves de la administración, el encargo del registro de reales mercedes, donde son fijadas las vacantes y nombramientos del rey. También en 1513, es promovido a escribano del crimen de Úbeda, que no es mas que una sinecura provechosa.

Su estrella política, por fin, comenzara a brillar con luz propia cuando, en 1516 y por influencias de Chiévres, es ascendido a secretario del rey, tras haber tomado un determinante partido por la causa del joven Carlos.

En 1521 don francisco que habia recibido el habito de Santiago dos años antes, es nombrado Comendador de los Bastimentos de León de esta orden militar.

Al año siguiente, el ya secretario y miembro del consejo de su majestad, contrae matrimonio con doña María de Mendoza y Pimentel, hija de los Condes de Rivadavia. Contaba el esposo la edad de cuarenta años; ella, había cumplido los catorce.

Con la caída en desgracia del canciller Gattinara en 1528, el protagonismo político de Cobos alcanza el máximo grado de privanza ante el Emperador. De hecho el no es ya solo el responsable de los asuntos castellanos en la corte, sino que su incursión en la política externa
cada vez es mas firme e influyente, siendo el hombre imprescindible de la política financiera imperial.

No es vano, a partir de 1530, Cobos junto a Gravella, se convierte en el mas prominente eficaz y todopoderoso consejero de Carlos V. Ambos, durante los ocho años siguientes, acompañaran a Emperador en todos sus viajes, siendo sus principales agentes en todas las negociaciones diplomáticas.
Entre tanto Don Francisco no ha descuidado sus intereses personales y, en 1529, ha sido nombrado Comendador Mayor de León de la orden de Santiago, la mas alta distinción que podía recibir un cortesano de su alcurnia, una patente de nobleza capaz de equipararle de su mujer.


Este afán de ennoblecimiento, junto a una voluntad insaciable por acumular una inmensa fortuna personal, hace que a lo largo de esta década el Comendador consiga el nombramiento de Adelantado de Cazorla, con carácter hereditario para sus descendientes, al tiempo que compra a la Corona, dotada de privilegio para desmenbrar territorios y jurisdicciones pertenecientes a las ordenes militares, las villas de Sabiote en 1537 y, un año después, las de Torres y Canena, por un importe pr-oximo a los 100.000 ducados.

En el plano económico, el fundador de la Sacra Capilla del Salvador había conseguido de por vida y como donación las explotaciones salineras de Nicaragua y tierra firme. Es dueño de los yacimientos mineros de los términos de Vera, Azuaga, Toledo, Navarra, Cartagena y Lorca. Y, sobre todo, percibe como prebenda el cargo de ensayador mayor de los metales preciosos de la Casa de Contratación de la Indias, titulo que le habría de producir pingües ganancias "pues solamente de nueva España obtuvo en dos años y medio, un beneficio de mas de ocho millones de maravedíes".
Otra donación del Emperador a Cobos, al margen de sus fabulosos emolumentos como secretario y las rentas emanadas de Señoríos, encomiendas y oficios públicos, fue la de los tributos sobre el abastecimiento de carnes de Úbeda, y sobre las alcabalas de las heredades de esta ciudad y la de Jaén, del mismo modo que sobre las rentas del tabaco del "Reino de Andalucía".

Un manuscrito de Pedro Núñez Salcedo, conservado en el Escorial y titulado "Relación de los Titulos que hay en España; sus rentas, solares, linajes", nos da para el Comendador Mayor de León unos beneficios anuales de 55.000 ducados, cifra verdaderamente millonaria que es corroborada por Keniston, quien añade que, a su muerte en 1547, sus bienes raíces debían ascender a 347.000 ducados, sin contar con una cantidad próxima a los 45.000 en efectivo.

Bartolomé Bennasar, refiriéndose al panel jugando en la España de Carlos V por la nueva clase política y, en particular, por la figura del Comendador, nos refiere cómo el Emperador en escasas ocasiones convocó a los grandes nobles del consejo "y bajo su reinado ningún noble de elevado rango detentó las responsabilidades y el poder real del secretario Francisco de los Cobos, que no era mas que un noble de escasa importancia en Úbeda".

Don Francisco de los Cobos, Comendador Mayor de León, Contador Mayor de Castilla es el cantero, cuando no el aparejador, de la política castellana de su siglo. De él el emperador, dice: "porque veys la confianza que yo hago de Covos y la experyencia quel tiene de mis negocios questa mas informado y tiene mas platica de los que nadye, también en ellos y en las cosas que os pareciere tomar su información y consejo, lo toméis".

En 1546, un año antes de su muerte, el embajador veneciano Bernardo Navagero, escribía que Cobos conocía la naturaleza del César; quizá a ello se debe -decía- el predicamento que goza con su Majestad y que éste jamás rechace lo que le pide.


Cuando se encuentra con el Emperador, -añade- todo pasa por sus manos, y cuando aquel esta ausente, él es el que dirige todos los asuntos de importancia a través del consejo y por su propio juicio".

".. Paréceme, señor- le decía Antonio Guevara en su dedicatoria de la obra Aviso de Privados o Despertador de Cortesanos-, os debéis mirar y considerar que sois, que podéis y que tenéis y que valéis, y hallareis que entre los consiliarios sois el mayor, entre los ricos el mayor, entre los que tienen mérito el mayor, entre los afortunados el mayor, entre los de vuestra patria el mayor, entre los secretarios el mayor, entre los comendadores el mayor..."

Cobos ha sabido demostrar a lo largo de su carrera profesional una enorme capacidad de trabajo. El trabajo y el servicio incondicional a su señor han sido la guía de su trayectoria vital. Y, al margen de una contagiosa venalidad común a la época y sus usos, el Comendador ha sido siempre, como hijo de su siglo, fiel a sus creencias y leal a su familia: dos principios básicos para comprender la naturaleza de sus iniciativas fundacionales.

Pero Cobos no es un humanista; tampoco una persona de letras. Es un hombre que se ha forjado a si mismo en la tenacidad y en la disciplina de sus obligaciones.

Sin embargo, el ejercicio de sus funciones le ha facultado para descubrir directamente Italia y una buena parte de la selecta intelectualidad del momento.

En sus tres periplos por tierras italianas don Francisco ha conocido al Aretino. También, en una fecha tan temprana como 1522 conoce en Ferrara a Ticiano, de cuya amistad hablaremos. En Mantua entabla relaciones con la poetisa Verónica Gambara y en Nápoles con el historiador Paolo Giovi.
En España el Comendador mantiene un contacto obligado y amistoso, en algunos casos fecundo, con personajes como Valdés, Hurtado de Mendoza, Lope de Ayala, Luis de Ávila y Zúñiga, todos ellos intelectuales consagrados.
Es difícil, al referirnos a la figura de Francisco de los Cobos, hablar de una mentalidad coleccionista en el estricto sentido de este concepto. Él, ciertamente, no es un "conaisseur" de arte; tampoco un curioso diletante.
No obstante Cobos, por su poder e influencia -también por amistad-, recibe regalos preciosos, y él mismo no desdeña la adquisición de objetos y obras artísticas capaces de propiciar el prestigio y la reputación siempre anhelados.
Es así que, a lo largo de una vida, el Comendador sabrá acumular un fantástico repertorio de valiosas piezas, cuya heterogeneidad no es más que reflejo de un universo personal donde encuentran cabida las valoraciones más diversas.

Para Cobos este patrimonio, su patrimonio, conseguido durante décadas de dádivas y agradecimientos es, antes que otra cosa, un tesoro entendido como acumulación de riquezas. Por tanto sus colecciones no participan, dicho sea de antemano, de los rasgos esenciales -expresados por Fernando Checa y Miguel Morán- que caracterizan el coleccionismo moderno, cuales son contenido profano y carácter esencialmente privado.


Y hablando de valoraciones, un ejemplo harto significativo lo encontramos en la redacción del documento del Mayorazgo, establecido por Cobos en 1541 a favor de su primogénito el futuro Marqués de Camarasa don Diego de los Cobos. En esta relación se enumeran todas las propiedades e inversiones, así como otros objetos de valor que el matrimonio tenía en suficiente estima como para garantizar su permanencia en la familia,
Y curiosamente, tras la larga lista de posesiones y títulos, el Comendador no incluirá ni una sola obra de arte, no vinculará ni una sola creación artística, aunque sabemos que poseía numerosos cuadros, algunos de Ticiano, y diversas esculturas.
Sí, en cambio, vemos como en esta relación aparece, en primer lugar, una "cama de estado", minuciosamente descrita, que debía ser estimado como un magnífico tesoro. También figurarán ocho tapices de colgar, tres alfombras que habían pertenecido a Barbarroja, cinco nuevos tapices representando los Triunfos de Petrarca, que don Francisco valora "por ser de tan buen patrón y estofa como son".


Pero las relaciones de don Francisco con el mundo del arte en Italia irían acrecentándose con el paso de los años.
Cobos había conocido a Ticiano en Bolonia en su primer viaje a Italia. De este encuentro quedaría una cierta amistad, pues en 1532, en su segundo periplo italiano, el Comendador vuelve a encontrarse en Mantua con el artista, intercediendo por su causa ante el Emperador y consiguiendo que éste fuese retratado por el pintor. Lo demás ya es conocido: Carlos quedaría tan encantado con su retrato que, a partir de ese momento, Ticiano pasará a ser su pintor oficioso de cámara.
Por estos meses Cobos parece estar interesado por la pintura y Alfonso d'Este, duque de Ferrara, intentando ganar su apoyo, procura la influencia de Ticiano sobre él. El duque, que poseía una extraordinaria colección -había en aquel entonces entre sus cuadros un retrato del Emperador, otro del mismo duque, otro de su hijo y heredero, una Judith, un San Miguel y una Madona-, sondea a don Francisco, a través de sus agentes en Bolonia, sobre la posibilidad de quedarse con la pintura preferida.
A ello Cobos responde entregando una lista de los cuadros que Ticiano había seleccionado, eligiendo personalmente un retrato del duque y recibiéndose en Génova, meses más tarde, una pequeña remesa con nuevos lienzos.

Por último será incluido en este mayorazgo un anillo de oro, con un brillante liso valorado en 1.500 ducados, que el Emperador había llevado en día de su coronación en Bolonia, entregándoselo a Cobos con la dignidad de caballero. Es evidente, pues, que esta joya debía tener para su propietario un fuerte valor sentimental.
En 1521 Cobos obtiene en Colonia de Carlos V su primer obsequio, cuatro cabezas de las vírgenes martirizadas en esa ciudad, junto con la cédula de autenticidad de las reliquias, que luego habrían de figurar en la Sacra Capilla del Salvador de Úbeda.
Para su palacio de Úbeda don Francisco había encargado, a través del embajador en Roma Micer Mai, una bellísima fuente de piedra. También, en diciembre de 1531, Micer Mai anunciaba la llegada a Alicante, junto a la fuente que aún conservamos, el envío de un busto de Apolo, "una de las buenas piezas de Italia"
Como podemos comprobar, un cierto regusto por los nuevos comportamientos renacentistas, cuando no por un incipiente coleccionismo, sí que había debido de prender ya en la mente del Comendador.

Pero las relaciones de don Francisco con el mundo del arte en Italia irían acrecentándose con el paso de los años.
Cobos había conocido a Ticiano en Bolonia en su primer viaje a Italia. De este encuentro quedaría una cierta amistad, pues en 1532, en su segundo periplo italiano, el Comendador vuelve a encontrarse en Mantua con el artista, intercediendo por su causa ante el Emperador y consiguiendo que éste fuese retratado por el pintor. Lo demás ya es conocido: Carlos quedaría tan encantado con su retrato que, a partir de ese momento, Ticiano pasará a ser su pintor oficioso de cámara.
Por estos meses Cobos parece estar interesado por la pintura y Alfonso d'Este, duque de Ferrara, intentando ganar su apoyo, procura la influencia de Ticiano sobre él. El duque, que poseía una extraordinaria colección -había en aquel entonces entre sus cuadros un retrato del Emperador, otro del mismo duque, otro de su hijo y heredero, una Judith, un San Miguel y una Madona-, sondea a don Francisco, a través de sus agentes en Bolonia, sobre la posibilidad de quedarse con la pintura preferida.
A ello Cobos responde entregando una lista de los cuadros que Ticiano había seleccionado, eligiendo personalmente un retrato del duque y recibiéndose en Génova, meses más tarde, una pequeña remesa con nuevos lienzos.

Por otra parte, sabemos que en 1536 Cobos recibe del Consejo Municipal de Lucca, junto a otros regalos como trajes de seda y dinero en metálico, una serie de cuadros que, según la crónica de Montecatini, fueron examinados por el Comendador con auténtico placer. Lamentablemente, estas obras debieron de desaparecer en el naufragio sufrido por las galeras que las transportaban a España en la misma costa valenciana. Desconocemos, por el contrario, cual debió ser el fin de los cuatro cuadros enviados a don Francisco desde Alemania que menciona Keniston.
Parece comprobado que el Comendador llegó a poseer obras de Ticiano, entre ellas un retrato de la princesa de Inglaterra. También poseyó otros retratos de Diego de Mendoza y Pedro González de Mendoza.
Es indudable que buena parte de estas obras de arte estarían destinadas a la decoración de su palacio en Valladolid, donde Cobos debería atesorar otro tipo de piezas exóticas y valiosas, cuales eran los regalos que Hernán Cortés o Pizarro le habían hecho.
No sabemos, en cambio, si don Francisco llegaría a estar en posesión de una pequeña "cámara de maravillas", una ,'wunderkammern" manierista, siguiendo la creciente moda coleccionista europea y el propio ejemplo del Emperador. Con cámara o sin ella, lo cierto es que Cobos debió de apreciar y poseer este tipo de objetos "raros" y preciosos, como el manuscrito azteca, posible regalo de Cortés, encuadernado en piel de tigre, que el Comendador entregó al historiador Giovio en Nápoles.

He indicado cómo, con dificultad, podríamos encontrar en Francisco de los Cobos la personalidad de un coleccionista. Su sensibilidad, su estimación de las piezas y objetos de arte, está poseída de una enraizada valoración de uso.
De hecho estas obras, o están destinadas a la dotación litúrgica de su iglesia -en el caso de poseer carácter religioso-, o tienen una objetivación especulativa, cuando no meramente económica. No encontramos, por tanto, el gusto estético, la pasión y la complacencia ante unos objetos solamente reservados a una íntima contemplación.
Sin embargo, el cúmulo de obras de arte, así como su asombrosa calidad artística, que el Comendador llegaría á reunir -sin hacer mención de sus palacios-, en la Sacra Capilla del Salvador es extraordinario.

En marzo de 1563 se lleva a cabo el primer gran inventario de bienes y alhajas pertenecientes a esta capilla. También por estos mismos años, y a tenor de un pleito entablado entre doña María de Mendoza y el obispo de Jaén sobre los privilegios de los fundadores para el nombramiento de capellanes, se abre el correspondiente expediente informativo donde es formulada una encuesta sobre la construcción del templo y la dotación de sus bienes. Varias preguntas de ésta, concretamente la cinco, seis y siete, están referidas a la magnificencia con que tanto el Comendador Mayor, ya difunto, como su esposa han dotado de sus propios bienes a la capilla de "ternos de brocado... muy ricos bordados de alcofar e ymagineria, labrados al romano", así como "cantidad de plata ricamente labrada dorado y blanco de cálices y patenas y cruces grandes y ricas y candelabros y fuentes y binageras e yncensarios y nabetas y portapaces y relicarios y hostarios y una custodia y otras cosas muchas todo de oro y plata y otra custodia de cristal que todo ello es mucho e muy rico y de muy gran valor..."
Los diversos inventarios realizados por estos años son muy ricos en la exposición de bienes, heredades, alhajas y demás objetos de orfebrería, pero poco precisos en la descripción de obras de arte, altares, cuadros, esculturas, marfiles, etc. Ello, no obstante, no nos impide una aproximación concreta al repertorio de obras que debió ornamentar tan rica iglesia.

El inventario de bienes dotados a la Sacra Capilla de 1563, así como el de 1568 y 1586, son, a nuestro juicio, verdaderamente impresionantes.
En él, junto a infinidad de ricos ornamentos litúrgicos, podemos detectar ya la presencia de "una cruz de plata blanca grande de altar labrada al Romano, tiene en el pie un escudo de las armas de su señoría. Y al cabo un crucifixo y al otro la Concepción y pesa catorce marcos y siete onzas y seis ochavos y media" 
De esta cruz, realizada por el platero toledano Francisco Martínez en 1542 -según opinión de Cruz Valdovinos- aún conservamos su extraordinaria macolla y cañón. Otras joyas reflejadas en los primeros listados serían el cáliz de plata sobredorada, con las armas de Cobos en su pie y cuerpo de arquerías conopiales, que la tradición ha mantenido como la copa que Carlos V obsequiara a su secretario.
Al margen de esta creencia, lo cierto es que se trata de una pieza de estilo flamígero desbordante, cuya ejecución puede fecharse en Ávila, aproximadamente en los últimos años del siglo XV.
La otra gran pieza conservada hasta nuestros días es una arqueta relicario, de plata en su base, cresterías de bronce y cristal de roca en sus columnas que, tal vez, pueda ser la "custodia de cristal" que se recoge en los inventarios: un extraño ejemplar de procedencia lombarda hermosamente aderezado.
En el ámbito de la pintura existió un selecto grupo de tablas flamencas, seis en total, de cuya presencia ya tenemos cumplida referencia en todos estos primeros inventarios.
La primera es una Adoración de los Reyes, pieza atribuida por Angulo a Joos Van Cleves.
Una segunda Adoración de los Magos ("dos retablos de la Epiphania grandes", nos dice la documentación), fue también atribuida por el mismo maestro al círculo de Pieter Coecke.

Una tercera tabla, "otro (retablo) grande del crucifixo y encima a Dios Padre con sus puertas y en lo baxo las marias y S. Juan y la magdalena y en las puertas unas letras de oro sobre negro", es obra atribuida por Elisa Bermejo a Coecke. Se trataba de un tríptico con la representación en su tabla central de una Crucifixión, mientras que en sus puertas laterales junto a inscripciones latinas- figuraban en su centro pequeños tondos con la Oración del Huerto (derecha) y la bajada al limbo (izquierda)."

Un segundo Calvario, la única obra todavía conservada ("una tabla del crucifixo con nuestra señora y s. Juan y la Magdalena pequeña"), fue también ejecutado, a juicio de E. Bermejo, por Pieter Coecke hacia 1530 .

Este pequeño tríptico permanece depositado en la actualidad en la sevillana Casa de Pilatos.
Finalmente tenemos constancia de que existieron dos nuevos retablos, un Santo Entierro ("otro pequeño de la quinta angustia con sus puertas") obra -según el parecer de Angulo- del maestro de las figuras de medio cuerpo, así como un bellísimo tríptico con la representación de la Virgen con el Niño, Santa Catalina y Santa Bárbara ("otro grande de nuestra señora con su hijo en brazos, tiene sus puertas y en ellas dos vírgenes"), realizado -siguiendo al mismo autor- por el Maestro de la Santa Sangre."
Como vemos, nos encontramos ante una pequeña, aunque valiosa, colección de primitivos flamencos.
Son cuadros que respondían a un criterio estético tradicional y que, naturalmente, estaban dotados de un fuerte significante devocional.
Es de suponer, por tanto, que estas obras deberían de ser muy del gusto del Comendador y, sobre todo, de la piadosa doña María de Mendoza, auténtica responsable de la dotación de los enseres y el ajuar litúrgico, reliquias, joyas y demás ornamentos de culto, para la capilla.
Sin embargo, junto a estos cuadros de lenguaje conservador, otras obras de arte ornamentaron la suntuosa fundación. Y esta vez, verdaderamente, sí que podemos hablar de las más renovadoras plasmaciones artísticas conocidas hasta el momento en estas latitudes.
Son todas ellas piezas de extraordinario prestigio, cuyo origen debe ubicarse en las dádivas italianas del Comendador.
De todas ellas, la más importante y, por fortuna conservada, fue la Pietá de Sebastiano del Piombo.

En 1533 Ferrante Gonzaga, decidido a enviar un regalo a Cobos, encarga al pintor veneciano una obra "a guisa di quella (Madonna) della febre" de Miguel Ángel."
Gonzaga había elegido la propuesta del propio artista, un cuadro con la representación de Nuestra Señora sosteniendo a su Hijo entre los brazos, que no sería concluido hasta 1539, tras una larga disputa sobre su valoración económica entre el pintor y el agente de Ferrante, Nicolás de Cortona.
La pintura se había realizado sobre una gran plancha de pizarra enmarcada por listones de piedra. Un verdadero problema para su transporte que, efectivamente, nunca se hubiera podido realizar a lomos de mula o en litera;" motivo por el cual se hizo necesario alquilar una fragata que, junto a la presencia de un asistente, recogería la pieza en Ostia.
El cuadro, que ya aparece en el inventario de 1563 ("otro grande de nuestra señora con su hijo en brazos"), es magistral, pues el autor sabe compaginar en él la presencia de una imagen sencilla y legible, donde se combinan emoción y hieratismo, con el sentido de abstraccción formal propio del Manierismo. En resumen, una obra que ya anticipa la exposición de un lenguaje directo, cuando no inmediato, propia de la doctrina artística de la Contrarreforma.

Otra obra importante, perteneciente a los fondos de la Sacra Capilla -aunque no figure relacionada en los iniciales inventarios- es la Magdalena penitente, conservada en la actualidad en la Casa de Pilatos, atribuida tras su reciente restauración en el Metropolitan Museum de Nueva York al pintor sienés Sodoma, Givanni Bazzi (1477-1549).
La tabla presenta en su ángulo inferior izquierdo, sobre la moldura, la siguiente inscripción: "ALVARI DE MEa ABOLENSIS", por lo que, con absoluta certeza, debió de tratarse de un regalo a doña María de Mendoza de su hermano, don Álvaro de Mendoza, obispo de Ávila.
Mas de todas estas obras la más preciada para los Fundadores de la Sacra Capilla, la auténtica joya del legado, será la mítica escultura en mármol de Carrara de San Juan Bautista, atribuida en 1930 por don Manuel Gómez Moreno a Miguel Ángel.
En el decenio de 1570, Gonzalo Argote de Molina, al emitir una semblanza biográfica de don Francisco de los Cobos, en referencia a su iglesia de San Salvador, nos señala la presencia en su interior de esta pieza escultórica: "donde se ve en el altar mayor un San Juan niño de alabastro (que dizen le presentó -a Cobos- el Senado Veneciano) joya de excelente escultura"."

La estatua habría sido donada a don Francisco en su primer viaje a Italia, entre 1529 y 1533, cuando acompañaba -según el célebre genealogista- al César con motivo de su coronación imperial en Bolonia. Tal vez, es otra hipótesis, la pequeña escultura (130 cm incluido plinto) podría haber sido entregada en 1532 a don Diego Sarmiento de Mendoza, cuñado de Cobos, cuando visitó en compañía del embajador español a la Serenísima.
La imagen, al menos en 1563 permanecía depositada en el Castillo de Sabiote, señorío del Comendador. Ello debió estar originado por las obras del nuevo antepecho y gradas que aún, en aquel momento, se están llevando a cabo en la capilla mayor de la iglesia. Cinco años más tarde figurará ya, en su definitivo emplazamiento, la escultura que es reflejada en los inventarios como "un S. Ju° bapta debulto de alabastro."

En 1570, y con motivo del pleito ya mencionado entre el Ordinario de la Diócesis y doña María de Mendoza, dentro de las diligencias abiertas, es formulada una pregunta a los testigos presentados por la familia del siguiente tenor: "Yten si saben que demás de lo contenido en la quinta y sesta pregunta deste ynterrogatorio ansimesmo el dho. comendador mayor y la dha. doña maria de mendoza su muger an dado y donado a la dha. capilla de la concepcion e iglesia de san salvador munchas reliquias de grande valor y estimacion y un San Juan Baptista de alabastro ymagen de grandisima debocion y la talla desta vista por grandes maestros que an ydo a la dha. ciudad de Úbeda y rodeado munchas tierras solo por la ber dizen y an dicho que es pieça de ynestimable valor por la gran perfeccion que tiene..."
De la imagen no hay historiador, genealogista o viajero, que no haga mención en sus relaciones. Sin embargo, nadie ofrece el menor dato sobre su posible autoría. Sólo Enrique Romero de Torres, en su malogrado Catálogo Monumental de la Provincia de Jaén, tras dar cuenta de ella añade un brevísimo comentario: "Algún escritor ha dicho (se refería a A. Cazabán) no sé con qué fundamento, que esta pequeña escultura era de Benvenuto Cellini"

Por fin, en 1930, Gómez Moreno expone su tesis sobre la escultura: este San Juan Bautista es el realizado por Miguel Ángel a finales de 1495 para Lorenzo de Pierfrancesco Medici Popolani.
En efecto, por Ascanio Condivi en su Vita de Michelangelo Buonarroti, publicada en Roma en 1553, conocemos que el artista realiza un San Giovannino para Lorenzo Pierfrancesco Medie¡. Poco tiempo después, Vasari en la segunda edición de sus Vite (Florencia, 1568), insistiría de nuevo en la existencia de esta pieza, añadiendo que había sido realizada en mármol.
Estas lacónicas noticias son referidas por Borghiani en 1584, aunque ya -un siglo más tarde-, clásicos como Baldinucci aseguran que jamás ha podido encontrarse esta obra de juventud del Maestro florentino, que es dada desde muchos años atrás por desaparecida.
La obra, según todos los mencionados autores, debió de haber sido ejecutada a finales de 1495, una vez regresado Miguel Ángel desde Bolonia a Florencia, tras estabilizarse la situación política en la ciudad, siendo realizada por encargo de Lorenzo de Medici, miembro colateral de la familia y personaje simpatizante de la república popular inspirada por Savonarola.
Gómez Moreno no duda de su descubrimiento. Su San Juanito, "cuyo examen plástico arguye una perfección irreprochable", constituye una obra tan ajustada a los cánones miguelangelescos "que parece indudable el asentamiento de la crítica en este sentido". Y añade lo siguiente: "Baste consignar como iguales la roca sobre la que posa esta imagen y las de Baco, la Piedad del Vaticano y el David, obras escalonadas entre 1497 y 1503; las facciones del rostro van bien con las del ángel y S. Proclo, en el sepulcro de Santo Domingo, en Bolonia, que datan de 1494; la técnica de los dedos, con rayas marcando sus conyunturas; la del pelo y las lanas; los oscuros obtenidos por filas de hoyitos hechos a trépano; el equilibrio de masas; todo en fin, comprueba lo arriba dicho".

Para concluir, sí que tendríamos que añadir que autores recientes, entre ellos Tolnay, sin entrar en una larga e irresoluble polémica identificatoria -como la mantenida sobre las diversas hipótesis de la misteriosa imagen desde el siglo XIX-, no ha negado el carácter claramente miguelangelesco de la estatua española, incluyendo la obra entre las netas atribuciones del Maestro, cuando no pieza de su taller.`


Fuente: Úbeda Renacentista

domingo, 14 de noviembre de 2010

Juan Vázquez de Molina

 
De todos los colaboradores y allegados de Don Francisco de los Cobos, la persona por la que siente un afecto e interés auténticamente paternal es su sobrino Juan Vázquez de Molina.


En 1523 Vázquez, que más que sobrino era hijo de un primo de don Francisco, Jorge de Molina, entra como ayudante de su tío, quien -si hacemos caso de las palabras de Fernández de Oviedo en su Libro de linaxes- lo quería y educaba como si de un hijo propio se tratase, pues -al parecer- se había criado en la misma casa de Cobos.

Antes de entrar al servicio de la Secretaría, Vázquez de Molina es ya regidor de Úbeda.
Casado en primeras nupcias con doña Antonia del Águila, hija del alcaide de Ciudad Rodrigo y Señor de Payo y La Aliseda, don Francisco del Águila, en abril de 1528 es nombrado caballero de Santiago, meses antes de conseguir el cargo de secretario de la Emperatriz.
Pronto Vázquez de Molina, a diferencia de Pedro de los Cobos que no puede ocultar sus limitaciones, se convierte en el hombre más leal a Cobos; también el más eficaz en su servicio.
El Comendador, que no olvida a sus parientes y menos a un colaborador tan especial, conseguirá para éste, en 1531, la Encomienda de Estriana de la Orden de Santiago. Más tarde alcanzará la de Peñaranda, ocupando -entre otros cargos- la secretaría del Consejo de Guerra.

Por fin, cuando Cobos debe abandonar España en 1535, es ya su sobrino, nuevo Comendador de Guadalcanal, quien habrá de permanecer al frente de los asuntos castellanos.
Entre tanto, a semejanza de su protector de quien él mismo se considera "hechura", Juan Vázquez de Molina tampoco habrá de abandonar sus intereses personales. Por el contrario, el nuevo Secretario del Emperador irá consiguiendo las concesiones mineras del Valle del Liébana, del cabo de Nuestra Señora, así como otras en los términos de Laredo, León, Obispado de Plamplona, Calahorra, Bayona, Granada y Baza.
Cuando el Emperador marcha a Flandes en 1539 y en 1543, Vázquez le acompaña como su secretario, regresando a España en 1545 para ayudar a su anciano tío.
Juan Vázquez de Molina, tras la anulación de su primer matrimonio por falta de hijos, escala nuevos peldaños en su insaciable ascensión social al contraer matrimonio con doña Luisa Carrillo y Mendoza, hija del Conde de Priego. También ha sido nombrado Alférez Mayor de Úbeda y Trece de la orden de Santiago. 
Consejero de Estado de Carlos V, a la muerte de su entrañable protector éste ocupa su vacante como primer secretario del César y, con posterioridad, de su hijo Felipe.
A principios de los cincuenta Juan Vázquez da comienzo en Úbeda la construcción de su suntuoso palacio. Ciertamente no le deberían de haber ido muy mal las cosas económicamente al ilustre ubetense cuando aborda la fábrica palaciega más imponente y clásica de la ciudad. Pero los años no pasan en balde y en 1561 Juan Vázquez, aquejado de múltiples achaques, tiene que ser relevado en sus ocupaciones, pasando por real cédula de 26 de marzo el cargo de la secretaría a favor de su sobrino Juan Vázquez de Salazar.
Luego, teniendo presente la imposibilidad de sucesión del segundo matrimonio, don Juan decide la fundación de un monasterio de monjas de la Orden de Santo Domingo en su apenas concluida residencia, obteniendo la correspondiente bula de Pío IV el 19 de julio de 1561.
El fundador, una vez realizadas las obras de adaptación del palacio para su nuevo cometido, habiendo cedido al monasterio valiosos juros y anexionado innumerables beneficios, verá consagrada su obra en 1566 por su propio hermano, el obispo Diego de los Cobos, titular de la Diócesis.
No disponemos de información sobre la formación intelectual de este hombre que, en todo, siguió los pasos de su tío y "patrón". Desconocemos sus criterios artísticos, pues en la dotación de bienes a su monasterio tan sólo se menciona la existencia de objetos litúrgicos y prendas para su servicio. Pero lo que sí sabemos es que, a lo largo de su carrera profesional, Juan Vázquez fue objeto de múltiples atenciones, no siendo la menor la dedicatoria de libros como la traducción castellana que en 1549 lleva a cabo Bernardo Daza de la obra de Alciato.
En 1570 muere Juan Vázquez de Molina, dejando alferezazgo mayor y patronato a doña Luisa, su viuda, durante los días de su vida. Fallecida ésta, será su sobrino, Juan Vázquez de Salazar, su heredero universal en tantas cosas.
Vázquez de Salazar, regidor de Úbeda, es ya Señor del Mármol en 1575, tras la compra a la Corona de la villa. En ello sigue las tradiciones de sus precursores. Sin embargo, su preparación intelectual debió estar por encima de la tónica general de su entorno, pues, curiosamente este alto dignatario llega a ser el traductor del toscano de una obra rara, Historia del Reino de Nápoles de Pandulfo Conelucio, publicada en Sevilla en 1584.
Como vemos, la cadena sucesoria en los cargos de la administración castellana se suceden, en este caso, durante tres generaciones de ubetenses, y todos ellos pertenecientes a un mismo linaje familiar.
Sabemos también que otro íntimo colaborador de Cobos, Alonso de Idiáquez, secretario de las órdenes de Calatrava y Alcántara, fue regidor de Úbeda. Pero, sin duda, el otro miembro familiar más notable, al menos por la edificación de uno de los palacios renacentistas más bellos de la ciudad, fue Francisco Vela de los Cobos.
Vela de los Cobos, nieto de Diego Vela con quien el Comendador velara sus primeras armas en la administración, era pues sobrino de Francisco de los Cobos.
Regidor de Úbeda y Gentilhombre de la Casa de su Majestad, en 1564 redacta, en compañía de su mujer doña Catalina de Mexia, escritura de patronazgo en favor de su primogénito Diego Vela de los Cobos, figurando ya entre los bienes vinculados "las casas principales en la collación de Santo Domingo en la calle del real".
Finalmente otro Regidor y miembro de la familia, Francisco de Molina, casado con doña Mayor Vela de los Cobos, será el constructor de otra hermosa mansión, la hasta hoy conocida como Palacio del Marqués de la Rambla, su posterior propietario. Y la lista de familiares, deudos y allegados, podría aún prolongarse de un modo casi enojoso.

viernes, 12 de noviembre de 2010

FRANCISCO ROJAS NAVARRETE




 Nació en Ubeda (Jaén), el 13 de Octubre de 1931. Sus padres: Don Luis y Doña Rosenda. Tiempo de permanencia en el Ejército: cuatro años y ocho días.
El 15 de noviembre de 1953, procedente de la clase de paisano, ingresa en la MILICIA UNIVERSITARIA, como aspirante a Oficial de Complemento, en el distrito de Madrid, por haberse acogido a los beneficios que determina el Decreto de 31 de mayo de 1944, por su condición de estudiante de Derecho, por lo que queda encuadrado en el arma de Infantería, de ese distrito universitario.
El día 10 de junio del año siguiente y hasta el 19 del mismo mes, asistió al curso organizado por la Instrucción Premilitar Superior, y el 20 se incorpora a la Unidad Especial de la primera Región Militar, en el campamento de El Robledo en La Granja (Segovia)
El día uno de agosto, presta juramento de fidelidad a la Bandera del Regimiento de Infantería nº 38 de guarnición en Madrid.
El 12 de septiembre es declarado apto para el empleo de Sargento eventual de Complemento de Infantería y promovido a dicho empleo, en virtud de actas aprobadas por el Excmo. Sr. General Director de Enseñanza Militar.
El 20 de junio de 1955, se incorpora al campamento de El Robledo para efectuar el segundo curso. El 12 de septiembre es declarado apto para el empleo de Alférez eventual de Complemento.
Por O.C. de 12 de diciembre de 1955 (D.O. núm. 281), es promovido al empleo de Alférez eventual de Complemento de Infantería con el número 1326 de promoción y antigüedad de primero de octubre.
En el año 1957, por haber terminado los estudios de su carrera civil, y por O.C. de 21 de agosto (D.O. núm. 188), es destinado a efectuar las prácticas reglamentarias al Regimiento de Infantería Soria núm. 9, al que se incorpora el uno de septiembre, siendo destinado a la Compañía de Plana Mayor, donde queda de servicio. Y a finales del mismo mes, pasa destinado a la 7ª Compañía.El primero de noviembre se le destina a la 1ª Compañía del Batallón de Maniobras, marchando con su unidad al campamento de "Las Canteras" al objeto de efectuar ejercicios, permaneciendo en dicho Campamento hasta el 27 que regresa a Sevilla, marchando este día voluntario con su unidad por ferrocarril y formando parte del Batallón Expedicionario de este Regimiento a Cádiz, embarcando en el Crucero "Miguel de Cervantes", llegando a Sidi-Ifni el 30 de noviembre, quedando de servicio de campaña. El 6 de diciembre sale con su Unidad y todo el Batallón hacia Uda-Uzuque; pernoctando, y al día siguiente, 7 de diciembre, al frente de la primera sección de la 1ª compañía del Batallón Expedicionario de Infantería Soria núm. 9 salió en protección de las tropas de Ingenieros encargadas de la reparación de la pista que conduce a Tenin, en la proximidades de Tafrut Beni Aix. Al llegar a la altura de las vanguardias de la Legión, se adelantó en misión de cobertura, en cuyo momento el enemigo desencadenó un fuerte ataque con gran fuego de fusilería y morteros, destacando por su actuación el gran espíritu y valentía del citado Oficial, que, a pesar de estar mortalmente herido por una granada de mortero, continuó alentando a su propia tropa hasta el momento de su muerte.
Por Orden de 7 de diciembre de 1960, (D.O. núm 279) se le concede la Medalla Militar Individual.
A continuación se transcribe la 4ª subdivisión de la Hoja de Servicios:
Valor....................................................Distinguido
Espíritu militar:......................................Bueno
Dotes de mando:...................................Bueno
Carácter:..............................................Normal
Conducta:.............................................Buena
Aptitud física:........................................Buena
Salud:...................................................Buena
Táctica:.................................................Buena
Armamento y material:...........................Bueno
Rojas Navarrete, Francisco
Abogado, Alférez de la Milicia Universitaria, Medalla Militar Individual y Víctor de Oro del S.E.U. Cursó la carrera de Derecho en la Universidad de Madrid, alcanzando el título de licenciado en junio de 1957.
Trasladados sus restos a Ubeda, el Ayuntamiento le rindió los máximos honores, asistiendo al sepelio la Corporación Municipal bajo mazas, la IV Academia de la Guardia Civil de Ubeda y unas veinticinco mil personas que portaban decenas de coronas de flores. Cerró el comercio y la industria, rindiédole asímismo honores militares una Compañía del Regimiento de Infantería Soria núm 9, al que había pertenecido.
El día 30 de agosto de 1958 se descubrieron en los distintos campamentos de la Milicia Universitaria sendos monumentos del glorioso Alférez. En Robledo, con la presencia del Ministro del Ejército, le fue impuesta a la madre del héroe ubetente, la primera Medalla de la Milicia Universitaria.
Asistió igualmente una representación del Ayuntamiento de Ubeda, así como el presidente de la Comisión Pro-homenaje al ilustre militar. En Ubeda, concedida la oportuna autorización, se levantó un monumento en su memoria que fue inaugurado el 11 de diciembre de 1960 y que es obra de Amadeo Ruiz Olmos. Grupo escultórico que fue sufragado por suscripción popular y la colaboración extraordinaria del Ayuntamiento de Ubeda, el Ministerio del Ejército, el de Educación Nacional, la Secretaría General del Movimiento, el Gobierno Civil de Jaén, el Gobierno Militar de la provincia, las Jefaturas del Movimiento provincial y local, el S.E.U., la Diputación Provincial,, las Capitanías Generales de la IIª y IXª Región Militar, varios Ayuntamientos de la provincia y otras entidades oficiales.
En la actualidad, la Base del Mando de Operaciones Especiales y antiguo centro de formación de la Milicia Universitaria SEFOCUMA en Rabasa (Alicante), lleva el nombre de Alférez Rojas Navarrete .
ALFEREZ DE COMPLEMENTO D. FRANCISCO ROJAS NAVARRETE
¡GLORIA Y HONOR!





martes, 9 de noviembre de 2010

HERMANDAD DEL SANTISIMO CRISTO DE LA EXPIRACION Y MARIA SANTISIMA DE LOS DOLORES

  
Templo :  Iglesia de la Santísima Trinidad.
Hermano Mayor  :  D. Miguel Berlanga Soto.
Sede Social  :  C./ Trinidad, 2 Bajos Acción Católica.

Historia  :  Se funda la cofradia, en el convento de la Santísima Trinidad, con el nombre de "Cofradia de la Santísima Expiracion de Ntro. Sr. Jesucristo y Ntra. Sra. de la Salud "  al parecer el 25 de abril de 1604, y es ratificada el 13 de mayo de ese mismo año. Un año después encarga al escultor ubetense Luis de Zayas su imagen titular, que saldrá por primera vez el Viernes Santo de 1606. En años posteriores se añadirán al paso las imagenes de los Dolores y San Juan. Rendía también culto la cofradia a la Virgen de la Salud, una pintura que probablemente representaba a una Virgen de gloria. En el siglo XIX, tras la desamortización de Mendizabal queda en muy mal estado, por lo que eran los hermanos de la "Humildad" ( que nada tienen que ver con la actual cofradia ) los encargados de sacarla. Tras algunos intentos, es reorganizada definitivamente en 1896. En la Guerra Civil pierde todas sus imagenes. Tras la contienda, se reorganiza en 1939, saliendo por primera vez en 1942. En 1961 recupera su titular a la Virgen de los Dolores, aunque ya en un paso diferente.

                                                                      Paso de Cristo :  Jesús en el momento de su  Expiración, de Juan Luis Vasallo Parodi (1942), restaurado por BernardoForonda Lozano (2000). Trono de Francisco Palma Burgos (1952)    
Paso de Palio :  Dolorosa bajo palio con la advocacion de Mª Santisima de los Dolores, de Mazuelos y Doblas (1961), restaurada por Bernardo Foronda (2000). Trono del mismo autor y año, restaurado y dorado por Cecilio Reyes  (2008-2009). Palio de color azul oscuro bordado en oro por las monjas de Sta. Catalina, de Baeza (1985). Manto de terciopelo negro bordado en oro (1965) en el convento de San Bernardo de Jaen, corona de Fernando Marmolejo (1960). Candelabros de cola y barras de palio de Juan Kiernan Kiernan (1971). Candeleria de alpaca plateada de Villarreal (1992). Saya de terciopelo negro bordada en oro (1999) de Perales. Toca sobremanto (2002). Anforas de Orfebreria Cordobesa (2007) .  Palio llevado a costal por 35 hermanos. Capataz : D. Rafael Garzon Ruiz. Vestidores: Guadalupe Moreno Jaen, Encarni Medina Hidalgo y Maria Dolores Martinez Molina.