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Actores de la Escuela de Teatro Ricardo Iniesta, durante la representación de la obra. Foto: Jesús Delgado. |
Laura Martínez/ÚbedaUna actuación de teatro y otra de música, en una gala presentada con mucho humor. Así fue la velada solidaria de la Asociación de Allegados y Personas con Enfermedad mental (Apaem), celebrada en el teatro Ideal Cinema y cuyos fondos se destinarán para sufragar los gastos y servicios del colectivo.
La Asociación de Allegados y Personas con Enfermedad Mental celebró, el viernes, una gala de carácter benéfico para recaudar fondos que irán destinados para sufragar los gastos y servicios que presta el colectivo. La cita congregó a cientos de personas en el teatro Ideal Cinema, que acudieron a la llamada de la solidaridad. La Apaem ofreció las butacas del recinto a un simbólico precio de tres euros, además de facilitar una fila cero solidaria de uno. Este año —la segunda edición de la iniciativa— decidieron realizarlo antes del inicio de las fiestas navideñas, para evitar ausencias.
El espectáculo contó con la participación del grupo de personas mayores de la Escuela de Teatro Ricardo Iniesta de la Universidad Popular, que representó la obra “Jugando con Lorca”. También participó la Tuna Universitaria de la UNED ubetense, que fue la encargada de cerrar la velada. Ambas actuaciones fueron presentadas por el humorista local Juan Muñoz Valenzuela.
Todos colaboraron de manera altruista con la causa, algo que, desde la asociación, se agradeció y valoró públicamente. Pilar Jurado, coordinadora provincial de la Apaem, señaló: “Para las asociaciones como nosotros es fundamental contar con este tipo de ayuda, que agradecemos mucho, porque todos sabemos los tiempos que corren y para los colectivos como la Apaem, aún se acusa más”. Y es que la plataforma cuenta con un 40 por ciento menos de ingresos subvencionados por las administraciones públicas que otros años, una merma que le hace agudizar el ingenio. “Hay que intentar por todos los medios mantener, al menos, los servicios que venimos prestando hasta ahora a enfermos y familiares”, agregó Jurado. “Ofrecemos, además, un club social, un punto de encuentro donde personas con enfermedad mental pueden acudir y donde se trabajan habilidades sociales”, informó. “También estamos intentando mantener nuestra escuela de familiares y el servicio de atención domiciliaria, especializado en estas afecciones. En cambio, el servicio de respiro familiar sí tuvimos que recortarlo, aunque, después de todo, no podemos quejarnos, pues otros colectivos están aún peor”, concluyó la coordinadora provincial.
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