El acusado de agredir sexualmente a nueve mujeres en apenas un mes ha reconocido únicamente seis de esos episodios, si bien ha asegurado que nunca agredió a nadie y sólo se "limitaba a tocar el culo y salir corriendo" porque le daba un "impulso" del que se ha mostrado "arrepentido".
Así lo ha explicado A.C.R. en la vista oral que se ha celebrado este jueves en el Juzgado de lo Penal número tres de Jaén, donde se han enjuiciado los hechos ocurridos entre el 29 de diciembre de 2009 y el 27 de enero de este año, cuando fue detenido por la Policía Nacional tras el aviso de la última víctima que "sacó fuerzas de donde pudo" y lo siguió para que los agentes no le perdieran la pista.
En ese corto periodo de tiempo realizó, presuntamente, nueve agresiones (una de ellos en grado de tentativa), de las que una se habría producido en Villacarrillo y el resto en distintas zonas de Ubeda, como las calles Sagasta, Cristo Rey o Santo Domingo Sabio. Además, cuatro se produjeron en la misma jornada del 18 de enero.
El hombre, sin embargo, ha afirmado que sólo cometió seis ataques -ha negado haberlo hecho en Villacarrillo- para precisar, en cualquier caso, que no ha "agredido a nadie". "Me limitaba a tocarles el culo y salir corriendo", ha manifestado para añadir que sabía que le pasaba "algo raro". En este sentido, ha negado que pensara en abordar a las mujeres con antelación, ya que su comportamiento obedecía a un "impulso". "Sólo me daba un impulso en un momento del día y actuaba de esa manera. La veía, aparcaba, la seguía a pie unos metros hasta tocarla", ha señalado.
Este era, según ha indicado, su modo de actuar sin que para ello utilizase prendas para ocultar el rostro, como gorras y bragas, como sostiene la acusación. Después, se arrepentía y "llegaba hasta llorar", algo que ha reiterado también en la sala, donde ha apuntado que el depósito de 24.000 euros efectuado por su posible responsabilidad es una muestra: "Con ello quiero pedir perdón a las víctimas y a todos a los que haya hecho daño y para arreglar de alguna forma lo que he hecho", ha subrayado.
Por la espalda
El relato de las víctimas, no obstante, dista bastante del que ha ofrecido el acusado. Todas han contado que las agresiones fueron violentas. El hombre las abordaba por la espalda en plena calle, portales o, incluso, en sus vehículos y las agarraba con fuerza con una mano (en unos casos por los hombros, otros por la cintura) mientras que con la otra les realizaba tocamientos.
Además, lo identificaron en la rueda de reconocimiento en la que participaron por distintos factores, como los ojos, la ropa o su complexión física, ya que en casi todos los casos "iba tapado". Las mujeres también han coincidido en las consecuencias de estas experiencias en su vida normal, de modo que muchas han necesitado tratamiento psicológico y, por ejemplo, tienen "miedo" a salir solas.
Por ello, la acusación particular que ejercen siete de las mujeres pide una condena de 26 años de cárcel por siete agresiones sexuales con el agravante de disfraz en seis de ellas; una multa de 1.500 euros por una falta de lesiones y una indemnización a cada víctima de 12.000 euros. El fiscal solicita una pena de ocho años y medio de cárcel por nueve agresiones sexuales, una de ellas en grado de tentativa. La defensa, por su parte, pide la libre absolución o que A.C.R. sea considerado autor de faltas de vejaciones injustas con las atenuantes de trastorno metal, arrepentimiento espontáneo y resarcimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario