Texto: web.cruz de guía.
Fotografías: José F. Villar Borrego.
Familiares, amigos, feligreses cazorleños y ubetenses arroparon a Antonio Vela Aranda en su toma de posesión, como párroco de Santa María y San Pablo, de Úbeda, en la tarde del día 10 de septiembre. Su nombramiento se hizo público el pasado 19 de junio y el mismo no modifica el estatus que los ubetenses conocemos actualmente, en relación con los templos de San Pablo y de Santa María: Vela Aranda será el nuevo párroco, mientras que Juan Ignacio Damas López continuará como rector de Santa María de los Reales Alcázares.
Antonio Vela ha sido, hasta el pasado día 9 de septiembre y desde hace 9 años, párroco de Santa María, en Cazorla, donde ha desarrollado una eficaz labor apoyando la gestación de nuevas cofradías y reorganizando el mundo cofrade en general, además de haber estado volcado con las obras de caridad, con la ayuda a los más desfavorecidos, así como propiciando el funcionamiento de la Escuela de Fundamentos Cristianos, de cara a formar a los católicos cazorleños. Igualmente ha realizado una remodelación integral de la casa y salones parroquiales, que se han convertido en unos de los más funcionales y modernos de nuestra diócesis. Prueba de su simbiosis con el mundo cofrade cazorleño es el hecho de que, en el año 2012, pronunciase el pregón de las fiestas en honor al Santísimo Cristo del Consuelo, patrón de Cazorla, en el que confesó sentirse un hijo más de esa ciudad. De 52 años y natural de Santo Tomé, se trata de un hombre cercano, de carácter afable y muy querido en la localidad serrana, donde su traslado a Úbeda cogió a todos por sorpresa. Igualmente se trata de una persona cuyo mimetismo y capacidad de adaptación lo harán integrarse perfectamente en la vida de la ciudad a la que ahora llega.
En su toma de posesión, cuya eucaristía ha oficiado el arcipreste Damas, ha estado acompañado por un número importante de sacerdotes concelebrantes. Damas se ha referido al nuevo párroco como su compañero de seminario y de misiones en América y ha mostrado su alegría por el hecho de que ahora puedan trabajar juntos. Por su parte Antonio Vela ha manifestado sentirse satisfecho por su nuevo destino y por llegar a una ciudad de la que se ha ido enamorando poco a poco ya que, de su niñez y su juventud, recordaba a una Úbeda no demasiado atractiva a la que viajaba en autobús, desde su Santo Tomé natal, casi exclusivamente para ir de médicos. Se ha manifestado cofrade y ha brindado a las hermandades de su parroquia, a las que ha nombrado una por una, todo su apoyo.
Según manifestó a Cruz de Guía está muy satisfecho por el nombramiento, “sólo le había pedido al señor obispo que no me alejase mucho de mi pueblo y de mi familia”, declaró a nuestra web. Es consciente de que llega a una gran ciudad y a una parroquia de enorme complejidad y cuyas vetustas cubiertas están siendo reparadas en estos días, por su avanzado estado de deterioro. Además los feligreses de San Pablo suelen ser personas mayoritariamente de edad avanzada y son varios los templos, algunos de ellos en bastante mal estado, que dependerán de su gestión, pero asume el reto con ilusión, a sabiendas de que contará con el apoyo de las cofradías que tienen su sede canónica en la parroquia, así como con la ayuda de otros colectivos. Vela, que es muy amigo del “Dios proveerá”, tendrá la suerte de que esos templos ruinosos van a ser restaurados con fondos ajenos a la parroquia. Concretamente el obispado firmó un acuerdo para que los dueños del nuevo hotel Palacio de Úbeda intervengan en la iglesia de San Pedro y San Lorenzo está siendo restaurada a través de un convenio entre una fundación privada y el obispado. En lo que respecta a la iglesia de San Millán, es la cofradía de la Soledad la que ha acometido una serie de obras.
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