Tras la reunión mantenida el pasado miércoles 6 de marzo, una reunión que terminó siendo a tres bandas, (Unión, cofradía de la Expiración y alcalde), desbloqueó la desagradable situación creada cuando José Robles anunció que la Virgen de los Dolores no podría quedarse en el interior del edificio consistorial, en espera de su participación en la Procesión General. Se aducían problemas de seguridad para adoptar esta drástica decisión, unos problemas que ahora se encargará de solventar el ayuntamiento, para que la Virgen pueda pasar las escasas horas que van desde el final de su procesión hasta el comienzo de su participación en la Magna Procesión General de la Semana Santa de Úbeda.
Independientemente de los razonamientos realizados al alcalde por José Ramón López-Agulló, presidente de la Unión de Cofradías, y por Carmen Jurado, hermana mayor de la cofradía, han sido muchas las presiones y enormes las muestras de desagrado, por parte de multitud de cofrades, en relación con la decisión que en principio adoptó Robles (a todas luces impopular). Todo ello ha llevado al alcalde a reconsiderar su postura inicial, de lo cual nos congratulamos.
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