Desde la ventana de mi ciudad

lunes, 26 de marzo de 2012

Mensaje del nuevo Hermano Mayor de la Cofradía del Santo Entierro


Toda persona en su vida tiene momentos, que por su importancia y emotividad destacan sobre otros y perduran imborrables en el tiempo. Hoy para mí es uno de esos momentos, al haber sido elegido Hermano Mayor de la Cofradía del Santo Entierro de Cristo y Santo Sepulcro, lo que constituye el mayor de los honores que cualquier cofrade puede recibir.
Es de una importantísima responsabilidad, el cargo que hoy recibo y creo y espero poder estar a la altura del mismo, cumpliendo con las expectativas, ilusiones, proyectos y tradiciones de la Cofradía y de todos los que integramos esta gran familia del Santo Entierro.
Para conseguirlo, intentaré adecuar la Cofradía a los tiempos en que vivimos, sin olvidar nunca su razón de ser y las que son, nuestras señas de identidad, teniendo siempre como centro a Cristo, el verdadero y único camino que debemos seguir y nunca olvidar, tanto en la vida puramente cofrade, como en nuestra vida cotidiana.
Os diré que soy de los que piensan que el verdadero patrimonio de las Cofradías y Hermandades, no son las impresionantes tallas, los magistrales tronos, las grandes y lujosas bandas ó los esplendidos bordados en estandartes o mantos, sino que el verdadero patrimonio son las personas que componen la Cofradía. Sois vosotros el mayor patrimonio que debemos cuidar y mantener, y no olvidéis, que la importancia del individuo en una cofradía, no se mide en los años que lleva como cofrade, sino en su grado de implicación con la misma. Implicaos y ayudarnos a ser una Cofradía solida, fuerte y unida.
Sé que corren tiempos duros, tiempos difíciles para el cristiano, tiempos en los que es más fácil pasar junto a Dios y no mirarlo, es más fácil pensar que no existe, que todo lo que hoy tenemos y la vida misma, es obra de una coincidencia, que un día por capricho, hizo que la vida tomara forma y lugar en el universo, y es más fácil creer que Jesús fue un pobre hombre bueno, que dio su vida por nada. Pero hoy nosotros estamos aquí, para dar testimonio y fe, de que Jesús resucitó, y salió del sepulcro que custodiamos en nuestra penitencia del Viernes Santo.
Yo no dudo que todos tenemos una gran fe y una gran devoción a Cristo, pero como dice la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios; “Ya podría tener el don de la predicción y conocer todos los secretos y todo el saber; podría tener una fe como para mover montañas; si no tengo amor, no soy nada.” Como veis, es necesaria nuestra fe, pero es necesario que la demostremos, que tengamos fe y amor, caridad, compasión, libertad, moral, conciencia y que apliquemos el amor al prójimo, al hermano cofrade y a la propia Cofradía, en todos nuestros actos.
Tenemos un gran camino por delante, tenemos ideas, retos y proyectos, que supondrán un gran esfuerzo por parte de todos. Cuento con todos para afrontar los logros que son objetivo, de la Junta Directiva que hoy nace, y contad todos con nosotros, para cualquier cosa que se os pueda precisar.
Sin ánimo de aburriros, solo me queda dar las gracias a todos los que hoy, han apoyado a este grupo humano, y para los que hoy pensaron, que no éramos el equipo de personas adecuado, solo esperar que pasados 3 años, puedan pensar que hicimos y realizamos bien nuestro trabajo. Para todos, mi único deseo y esfuerzo, será que esta Cofradía esté en el futuro, mejor que hoy, y que todos sintamos mayor orgullo de ser hijos de Dios y hermanos de la Cofradía del Santo Entierro de Cristo y Santo Sepulcro. Decir también, que las puertas de la Cofradía, están desde hoy abiertas a todos.
Creo y confío, en que lo que hagamos en esta vida, tendrá su eco en la eternidad divina junto al Padre, junto a Jesús y también, cómo no, junto a nuestra madre María de Nazaret.
Muchas Gracias y que Cristo Yacente nos bendiga a todos.
Gracias.
Fdo.: Antonio Jesús Hidalgo Campos.

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