12.06.11 - 02:43 - ALBERTO ROMÁN | ÚBEDA.
Todo se desarrolló según lo previsto, salvo por alguna pequeña incidencia que quedará en el anecdotario del pleno de investidura del Ayuntamiento de Úbeda. José Robles fue nombrado alcalde para regir los designios de la ciudad durante los próximos cuatro años. Lo hará en minoría, con un equipo de gobierno del PP integrado por nueve personas que se distribuirán las distintas áreas municipales, y buscando el apoyo de los doce concejales en la oposición para sacar adelante los temas importantes para el municipio.
A las doce del mediodía, y tras recibir algunas instrucciones de la secretaria, los concejales electos entraron en el salón de plenos entre aplausos. La sala estaba abarrotada, y se colocó una pantalla de televisión en los pasillos para que pudieran seguir la sesión quienes no pudieron acceder. Tras constituirse la mesa de edad con el edil más mayor (Francisco Muro) y la más joven (Virginia Ruiz), la nueva corporación quedó constituida con la toma de posesión de los concejales.
Imprevistos
En este punto hubo dos imprevistos. El primero lo protagonizó Luis Fernández (IU), quien por iniciativa propia añadió algunas 'coletillas' al modelo de texto del juramento. Concretamente, en lugar de prometer lealtad al Rey, dijo Jefe del Estado, y añadió como promesa cumplir con su programa electoral. La secretaria, ciñéndose al reglamento, aseguró que su toma de posesión no era válida, y tras una pequeña deliberación le comunicó que si quería seguir adelante debía repetir el procedimiento, algo que Fernández aceptó.
El segundo imprevisto, que quedó como anécdota, lo propició Josefa Olmedilla (PP) quien, por error al leer el texto que había sobre la mesa, juró el cargo de alcalde y no de concejal, ante las risas generalizadas de todos los presentes. Lógicamente, todo fue cuestión de volver a empezar y leer el juramento correcto.
Votación
Llegó entonces el momento de votar al alcalde de Úbeda. Pero la urna para depositar las papeletas no aparecía. Se pensó en utilizar una bandeja pero, finalmente, la urna apareció al cabo de unos minutos. Curiosamente, y a diferencia del resto, todos los sobres de los concejales del PP se depositaron doblados por la mitad. «Los han marcado porque no se fían ni de ellos», se oyó comentar en un sector de la oposición. Pero, como se esperaba, no hubo sorpresas ni acuerdos de última, y prevaleció el respeto a la lista más votada. Cada grupo apoyó a su propio candidato, con lo cual José Robles fue proclamado alcalde al ser el más votado.
Entre una gran ovación, tomó posesión del cargo y recibió el bastón de mando, la medalla y la insignia de la ciudad. Como primer edil, impuso a cada miembro de corporación la medalla e insignia de Úbeda, con saludos y abrazos más o menos efusivos, según el caso. Lógicamente, se esperaba verle cara a cara con su antecesor, Marcelino Sánchez, y sobre todo con la que fue su compañera de partido y rival en las últimas municipales con una nueva formación política, Luisa Leiva. Hace unas semanas, ésta le ofreció sus dos votos para la investidura y la posibilidad de gobernar en mayoría a cambio de entrar en el equipo de gobierno, algo que Robles rechazó rotundamente, hasta tal punto que no ha habido contacto alguno entre ambas formaciones.
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